No soy especialista en estudios viarios ni profecías. Pero cuando se hizo gratuita dicha vía, intuí que se multiplicaría su uso, como así ha sucedido. También que se multiplicarían los accidentes y los atascos monumentales. Igualmente que bajaría el trafico y los accidentes en la carreteras nacionales alternativas.
Nuestros "sesudos estrategas", ahora han decidido que se debe reducir la velocidad de circulación y además convertir algunas de las carreteras alternativas en "paseos para bicicletas".
El ciudadano medio puede preguntarse: ¿No es lógico prever la ampliación la capacidad de una autopista antes de colapsarla artificialmente, al provocar su uso masivo?
Con la lógica de nuestros dirigentes, creo que la solución es sencilla. Prohibir el tráfico rodado. Así no habrá atascos ni accidentes.