Al inicio del proceso un exjefe mío me dijo: “Xavi, esto es supremacismo”.
Supongo que yo le respondí: “Antonio, cómo te pasas. Catalunya es un pueblo maduro, transversal, democrático”.
Pero el tiempo lo ha colmado de razón.
Basta haber seguido la rueda de prensa del presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, de este martes para convencerse de ello.
Cuando ha afirmado que hay una “mayoría amplísima de la ciudadanía de Catalunya” a favor del proceso no es verdad.
En las elecciones del año pasado el sí obtuvo el 51,14%. El no el 48%.
Es cierto que mantienen la mayoría absoluta -y por lo tanto los resortes de poder- pero perdieron más de 600.000 votos: de más de dos millones a 1,4.
Y en ese 51% hacen trampa: incluyen al PDECAT que, con 77.000 votos (2,72%), no entró.
En este caso es prácticamente un empate.
El sí: 48,42%. El no: 48,02%.
Catalunya está dividida.
Por eso es supremacismo: ellos insisten en hablar en nombre de todos pero gobernar sólo para la mitad de los catalanes
A la otra mitad la ignoran olímpicamente.
Para ellos son nyordos, botiflers, colonos que no encajan en su idea de Catalunya. Tal como está el patio, ciudadanos normales y corrientes.
No sólo eso sino que mienten también de manera sistemática.
Ya lo he puesto de manifiesto en más de una ocasión aquí o en YouTube.
Por ejemplo cuando aseguran que los procesados son “víctimas de la represión” del Estado.
No es la “represión”, es la simple acción de la justicia.
O que se juzga a la gente por su “compromiso político en defensa de las libertades de Catalunya".
Tampoco.
No se juzgan ideas concretas sino supuestos hechos delictivos.
Aunque, en Catalunya, mentir se ha vuelto lo más normal del mundo.
¡Hasta miente TV3 -¡una tele pública!- cuando dice aquello de “pesos políticos” y “exiliados”!
En fin, ya ven cómo ga acabado también el proceso tras diez años de tabarra.
Pidiendo la “desjudicialización” de la política.
¿Y eso qué es?
Básicamente que Pedro Sánchez les eche una mano.
¡Los mismos que criticaban la “politización” de la justicia ahora piden que les saquen las castañas del fuego!
“Això va de democràcia”, proclamaban. ¿Y la separación de poderes?
Para eso nos ahorramos el “conflicto político” y ahora no estarían pidiendo una salida extrajudicial para que Puigdemont no tenga que huir a Suiza o a Tailandia.
O para el resto de “represaliados”.
Nadie sabe la cifra exacta: han pasado de los 2.850 oficiales a más de 4.000.
Un día salieron los de la CUP por la mañana y habló de 4.000 y, por la tarde, volvieron a bajar a 3.000
Claro como ellos se fueron de rositas -ingresaron en la cárcel pero ya están en la calle- ahora tienen que buscar una solución para el resto: altos cargos, diputados, alcaldes, cdr, activistas.
Los que iban cortando las vías del AVE, la autopista, bloqueando fronteras internacionales, intentando ocupar … ¡aeropuertos! o quemando la Plaza Urquinaona.
Por eso Aragonès tiene que salir y decir que no dejará “nunca a nadie solo delante de la represión, especialmente a los servidores públicos”.
O que “nadie más tiene que irse al exilio” ni “ver peligrar su patrimonio”.
Ya lo dijo aquel consejero: a la cárcel sí, pero que no le tocaran “el patrimonio”.
Incluso quiere que se les levante la inhabilitación. El propio Aragonès ha afirmado que fueron inhabilitados “por haber defendido en un referéndum la libertad de este país”.
Vuelve a mentir. Él sabe que fueron condenados por bastante más.
De hecho nadie podía imaginar que políticos que cobraban más de 100.000 euros anuales, tenían coche, escolta y secretaria oficial pudieran liar la que liaron: declararon la independencia, rompieron el Estado, aboliereon la monarquía, proclamaron la república, derogaron la Constitució y el Estatut y se pasaron por el forro nada menos que cinco notificaciones del TC.
Me ahorro otras como ignorar también los informes del Consell de Garanties Estatutàries.
Por eso, ahora que apechugen.
Lo diré en plata. Por mí, que se jodan
Habérselo pensado antes.
Es una de las bases de las sociedades modernas y democráticas: quien la hace la paga.
Yo estuve apenas cuatro días en Inglaterra y, en una carretera secundaria, me pusieron una multa por exceso de velocidad.
De 30 millas por hora a 37.
¡Yo que ni siquiera corro en la autopista!
Una vez, de pequeños, mis hijos se quejaron de que me adelantaba una abuelita … ¡y era cierto!
Pero ya he pagado la multa. Cien euros más los gastos de transferencia internacional: 120 y pico.
Pues lo mismo.
Ahora que no lloren.
Es una de las consecuencias funestas del proceso, entre muchas otras: la infantilización de la política catalana.
Como aquellos niños que, en la guardería, gritan “señorita, yo no he sido” tras haber cometido una trastada.
Eso. Y el victimismo.
Yo cuando leo lo “gobierno en el exilio” en referencia al chiringuito de Waterloo alucino.
En Europa, los “gobiernos en el exilio” son los que se exiliaron en Londres -el polaco, el noruego, el checho, etc- durante el Tercer Reich.
Ni punto de comparación.
Aquí hasta lo decía TV3, que cubría reuniones del "gobierno en el exilio".