Cuní no es santo de mi devoción.
Creo que el sentimiento es mutuo porque, a lo largo de su carrera, tengo la suerte de que nunca me ha invitado a una tertulia.
Ni en TV3 ni en 8tv ni en la Ser.
Cosa que le agradezco mucho. La asistencia a tertulias coarta luego la libertad de expresión y de opinión.
No te vas a poner a criticar un medio en caso de necesidad si te invitan a sus programas.
Además tengo la sensación que, como otros grandes periodistas de este país, se puso de perfil con el proceso.
Por supuesto su responsabilidad es mucho menor que la de Terribas o Basté, por poner dos ejemplos.
Pero creo que era de los que se apuntaron al “hem passat pantalla”.
En sus tiempos en TV3 o en 8TV, tenía a Pilar Rahola a pan y cuchillo.
Como otros profesionales de su generación ha cojeado también del pie izquierdo.
Cuando terminó su contrato en 8tv me consta que los del PSC hicieron gestiones para intentar meterlo en TVE.
Misión imposible porque la cadena pública elabora sus informativos con personal de la casa, no con productoras.
Finalmente lo acabó acogiendo la Ser. Ha hecho lo que ha podido.
Y, para acabar de ser sinceros, tampoco me gustaban sus corbatas por la tele.
Es sabido que les mejores corbatas de Catalunya en esa época eran las de Duran i Lleida y Màrius Carol.
Por otra parte, en las tertulias acostumbraba a hablar demasiado. Actuaba más de tertuliano que de moderador.
Pero mi opinión personal importa poco en este caso: Cuní es uno de los grandes periodistas de este país.
Nada menos que con cuatro décadas de carrera profesional a sus espaldas. Se dice pronto.
En periodismo, como en medicina, la experiencia debería ser un grado: da perspectiva, background, reflejos. Es muy difícil que te engañen.
También ha sabido siempre estar en medio. No es fácil.
Recuerdo que hace años, cuando estaba en Ona Catalana, tenía al comité de empresa y a la dirección de TMB peleándose a través suyo durante una huelga de autobuses. Eso es periodismo: inmediatez, actualidad, ir hasta el fondo.
Por eso, aunque a todos nos llega la hora, TV3 debería darle un programa de entrevistas en profundidad.
Incluso para despolitizar la cadena ahora que parece que tímidamente soplan nuevos aires.
Cuní ya habría hecho en su día un buen informativo de autor.
Ahora, a su edad, la información diaria quema demasiado.
Pero un programa semanal seguro que tendría buena audiencia.
Incluso más que Xavier Graset, cosa por otra parte no tan difícil.
Hay demasiados periodistas quemados en TV3. Se precisan caras nuevas.