Agazapado en el Grupo Mixto, con sólo cuatro diputados y en el gallinero del hemiciclo; parece que el vencedor del reciente debate de política general del Parlament fue ... Alejandro Fernández, del PPC.
No lo digo yo, lo dijo el propio presidente de la Generalitat, Quim Torra, que en el turno de réplica lo destacó por encima del resto de contrincantes. Mientras Carles Riera, de la CUP, era “benvolgut amic”; el portavoz del PPC era sólo “el señor Alejandro Fernández”.
Más allá incluso de la bandera de Inés Arrimadas. Luego Manuel Valls querrá crear una candidatura abierta, catalanista y transversal. Lo decía en su primera entrevista en TV3. Arrimadas se acaba de cargar su precampaña.
A mí, como se pueden imaginar, no me gustó la intervención. Demasiado duro: “ideología filonazi”, “activista ultra”, “agitador radicalizado”, “semilla totalitaria”, “supremacista”.
Precisamente el día anterior estuve en Madrid intentado hacer pedagogía: no es un golpe de estado, no apliquen otro 155 sin suficientes motivos, España no es Turquía pero el proceso tampoco es el III Reich.
Aunque entiendo perfectamente que era el discurso que le pedía el cuerpo tras seis años de proceso y que reclamaba también su electorado. Lo detecté enseguida en twitter:
"Quim Torra es usted un españolazo"
— Kumy Barcelona ???????? (@tabarniaBCN) 3 d’octubre de 2018
Buenísimo @alejandroTGN@CNITabarniahttps://t.co/3yrmOivJXJ
Nos encantaría encontrar y tuitear ese momentazo "españolazo". A ver si alguien puede compartirlo. Y enhorabuena a @alejandroTGN por ese creciente espíritu tabarnés donde lucha y humor se dan la mano
— CNI #Tabarnia (@CNITabarnia) 3 d’octubre de 2018
Gran orador! Los zasca de hoy memorables ! Españolazo!
— Nuria155 (@_Nuria155) 3 d’octubre de 2018
@alejandroTGN Es un crack. Enhorabuena por un magnífico discurso!!!
— Baraka (@antoniocaro) 3 d’octubre de 2018El mensaje era: hasta aquí hemos llegado. Alejandro Fernández marcó territorio. Sin miedo escénico. Al fin y al cabo los han tratado de “colonos”. Y hasta de “súbditos” en una rueda de prensa de Govern. Soy testigo.
Desde luego el momento álgido fue cuando lo dijo al presidente Torra que, en el fondo, ambos eran un “par de españolazos”. “Ya sé que le duele, pero es que es usted muy español", remachó.
Torra se defendió como pudo e incluso tuvo alguna ocurrencia que aplaudió su bancada: “hacía tiempo que no escuchaba un discurso tan troglodita como el suyo”. “Esto es el Parlament de Catalunya, no es el Valle de los Caídos”, añadió.
Pero tras haber escrito aquello de bestias “carroñeras, víboras, hienas” mejor no correr riesgos. De hecho, el president cometió el error de entrar a saco en vez de ignorar al rival.
La verdad es que Alejandro Fernández ya demostró tablas parlamentarias el día de su estreno, en el debate de Presupuestos del 2016, cuando comparó la “pericia marinera” de Artur Mas con la de Nelson. No hay color, claro. Uno tenía que llevarnos a Ítaca. El otro venció en Trafalgar.
El diputado explicó entonces que para dedicarse a la travesía y a la política se precisa “una parte de intuición pero también capacidad de análisis”. Instinto, sentido de la orientación, olfato en definitiva.
También advirtió que el suicidio de CiU pasaría a los libros de historia. “Es el harakiri de una coalición que era el partido más sólido de Catalunya, casi de España y de parte de Europa”, afirmó.
Fueron unas palabras proféticas. CiU pasó sucesivamente a ser CDC, Junts pel Sí, Democràcia i Llibertat, Convergència, PDC, PDECAT, Junts per Catalunya y finalmente parece que se diluirá en la Crida de Puigdemont.
Sin duda un caso a estudiar en el futuro. No sé si en las facultades de náutica, de ciencias políticas o de psiquiatría.