La exconsejera de Empresa, Àngels Chacón, ha utilizado una entrevista en La Vanguardia para lanzar -en pleno puente- su candidatura por el PDECAT.
Bueno, de hecho, decía que “se ha iniciado el proceso de primarias y he decidido presentarme”.
Pero será ella: no tienen a nadie mejor.
Esto es como los cortejos funerarios: ninguno quiere ser el muerto.
A mí, lo que me ha hecho más gracia es que habla sucesivamente de “gestionar realidades” o que el programa electoral tiene que ser “creíble y realista”.
El problema es que el PDECAT sigue nadando entre dos aguas. Es un permanente quiero y no puedo.
“El partido está comprometido con el ideario independentista”, afirma la exconsejera.
¿Entonces por qué han roto con JxCat?
Luego intenta introducir matices a la búsqueda de un nicho de mercado:
“No haremos una declaración unilateral de independencia”.
“Quiero un país libre pero no cualquier país ni cualquier precio”.
Pero si hace apenas un año todavía se hacían la foto con ... ¡Otegi!
¿Se acuerdan? En la Declaració de la Llotja.
Àngels Chacón ha sido otra de las decepciones del proceso. Junto a Artur Mas, mi amigo Josep Martí Blanch o Pilar Rahola.
No la conozco personalmente pero venía del sector privado. Tenía experiencia en comercio internacional.
Luego, muy pronto, la cosa empezó a torcerse.
Como aquel día en que no se quedó a la cena tras un acto oficial en Fomento por solidaridad con los presos del proceso.
O aquella vez que le preguntaron también en La Vanguardia, era diciembre del 2018, sobre la marcha de más de 3.500 empresas.
Contestó que tenía "mucho trabajo". "No subestimo la marcha de las empresas, pero no puedo quedarme encallada en eso”, añadió.
¡Y era la consejera de Empresa!
O el día que se quejó en twitter, en plena pandemia, que la palabra virus salía en amarillo.
Parece que no tenía nada mejor que hacer.
Por eso, de toda la entrevista lo peor ha sido cuando afirma que “hace falta coraje”
Y lo dice ahora.
No he visto nunca -durante los ocho años de proceso- ninguna voz crítica en el PDECAT. Era un rebaño de ovejas.
Los que ahora ven la luz o caen del caballo como Santi Vila, Marta Pascal o la propia Àngels Chacón parece que lo hagan porque se han quedado sin cargo o sin partido.
¡Todo el mundo sabía que el proceso no podía salir bien! Hasta la mencionada Pilar Rahola.
No se puede hacer un órdago al Estado con sólo el 47% de los votos -y no en una sino en dos elecciones sucesivas- y ganarlo.
En fin, a pesar de todo: suerte, exconsejera.
La necesitara. Se disputan la herencia de la antigua Convergenica el PDECAT, el PNC de Marta Pascal y el resto (Units, Lliures, Convergents, Lliga Democràtica, etc).
El proceso ha arrasado también con el catalanismo.
Cuanto eché en falta voces cuerdas. Ahora es tarde.