El martes 20 de noviembre me pareció ver a la consejera de Salut por el bar del Parlament.
¿No estaba de baja? me pregunté. Quizá había asistido a una reunión del grupo parlamentario. O simplemente estaba volviendo a coger el ritmo. Iba sin su recién nacido.
Al día siguiente el consejero de Trabajo, Chakir El Homrani, que la sustituye temporalmente en el cargo, dijo en el pleno que respondía en su nombre a una de pregunta de la CUP “porque está de permiso de maternidad, faltaría menos”. Era sobre las políticas públicas en relación a los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres.
Y el día de la huelga de médicos se me ocurrió hacer este tuit:
La consellera de Salut segueix de baixa maternal? @albaverges
— Xavier Rius (@xriusenoticies) 26 de novembre de 2018
La jauría se me echó encima.
Ets una rata
— OK TA VI (@Octavi91371061) 26 de novembre de 2018
Puto engendro moral
— Núria (@NuriaAiguade) 26 de novembre de 2018
Algunos querían utilizarme para experimentos cerebrales. En plan Mengele.
Esperant encara el transplantament de cervell, javier tejedor?
— Rao i Força (@raoiforca) 26 de novembre de 2018
Una irresponsable. Ja m'agradaria veure com estaves tu 10 dies després de la lobotomia, no em crec que no agaféssis baixa.
— Josep Jaume Rey (@josepjaume) 28 de novembre de 2018
En este último caso, ante la falta de reacción por mi parte -ni siquiera lo retuiteé- volvió a la carga poco después dando lecciones de padre.
No en veus la necessitat i ets pare? Quina vergonya.
— Josep Jaume Rey (@josepjaume) 26 de novembre de 2018
Además de “miserable”, “idiota”, “burro” y otros insultos del montón.
Renta la boca Abans de parlar de la consellera, miserable
— arturo homs mallol???????? (@arturo_homs) 27 de novembre de 2018
Los hay idiotas y luego está usted.
— Ángeles R.G.???? (@angrod63) 27 de novembre de 2018
I tu??? Com estas??? Tocan els collons i parlan xer parlar. Per lley te d. estar de baixa. Aixo ho se jo qye soc una simple mortal!!! I tu no ho saps??? https://t.co/bCjSfJYdUP mirar burro.
— Maria (@Maria28848494) 26 de novembre de 2018
Hubo otros habituales como “escoria”.
Escoria
— Jordi Cat ||*|| (@jordiCat1) 26 de novembre de 2018
O el de nazi. Un clásico ahora. Aunque no sabían ni cómo escribirlo.
Ni ta mare de tindre un nazyyyy
— Bonny Blue (@BonnyBl46169224) 28 de novembre de 2018
Lo más suave fue “ignorante”.
Et responc per que òbviament ets un ignorant.
— Robin Rooth (@SoCal_CAT) 27 de novembre de 2018
Quan una dona té un fill, durant els primers mesos, que poden ser molts, hi ha molts dies que no pot fer cap d'aquestes coses:
Anar al vàter
Raspallar dents
Dutxa
Dur una samarreta neta més de 10 minuts
Esmorzar o dinar
Cuinar
Llegir
Aunque había alguno francamente original como “cabeza de merluza”.
Et responc per que òbviament ets un ignorant.
— Robin Rooth (@SoCal_CAT) 27 de novembre de 2018
Quan una dona té un fill, durant els primers mesos, que poden ser molts, hi ha molts dies que no pot fer cap d'aquestes coses:
Anar al vàter
Raspallar dents
Dutxa
Dur una samarreta neta més de 10 minuts
Esmorzar o dinar
Cuinar
Llegir
Claro si yo dijese a alguna feminista lo que ella me dijop a mí aparecería colgado de un árbol en Plaza Catalunya.
MASCLISTA DE MERDA.
— Mònica #Unitat #RepúblicaCatalana (@MonicaBarcelona) 27 de novembre de 2018
Otros me trataban directamente de subnormal. Con muy poco respeto, por cierto, para con los discapacitados.
Ànims, segueix així i aviat la baixa te la donaran a tu, però en el teu cas per indigent mental.
— Rapitenc sense filtro (@rapitenc10) 26 de novembre de 2018
Veig que tu si segueixes de baixa mental.
— ????Tsarina_nu???? (@TsarinaNu) 26 de novembre de 2018
Tú estás de baja mental hace mucho más tiempo.
— José Benedicto (@cosetano2) 26 de novembre de 2018
Después están los que dan lecciones periodismo. Como Sanchis cuando hace una entrevista a Arrimadas.
Mira el seu perfil, se les dona de periodista i no sap escriure ni utilitzar els signes de puntuació.
— Eva ???? (@evalluvic) 26 de novembre de 2018
‘Como en las casas de putas’
Deu ser que dina allà?
O los porucs (“cobardes”). Te dicen “imbécil” pero aseguran que no te lo han dicho.
Hi ha gent que no és més pocasolta perquè no entrena!! Anava a dir imbècil però m'he contingut !!!
— Magna (@Magna77099520) 27 de novembre de 2018
E incluso pillé un “repulsivo”. Hasta me dijo “acomplejado”. Señora, yo puedo ser muchas cosas pero le aseguro que “acomplejado”, no.
Com tota dóna que porta al món un nadó. Que vostè ho demani sabent la data en què va ser mare, em fa malpensar de les seves intencions. Li diré una cosa, el seu TL és repulsiu. La seva guerra personal contra el sector independentista li assegura feina, enhorabona acomplexat.
— Endoff???? (@anD_Endoff) 26 de novembre de 2018
Alguno se acordó hasta de mi madre. Fallecida en el 2011.
Ta mare no té cap culpa de tenir una rata masclista com tu de fill @xriusenoticies. Pobra dona...
— Jordi Díez #1O #MillorVeïns ???? (@Jordi10LH) 28 de novembre de 2018
O entraron en la fase de superioridad moral. Van de sobraos. Ya deciden quién es buena o mala persona.
I a més ser mala persona.
— Jordi Secall Badia (@jordisbvalls) 27 de novembre de 2018
Millora’t. (Com a persona).
— Roby ???? (@robyga8) 27 de novembre de 2018
Finalmente se acabaron metiendo con la apariencia de la gente. En fin, no es que Torra sea un adonis.
Els que segur segueixen de baixa son els teus cabells i les teves neurones
— El Capi (@torreznoLibre) 26 de novembre de 2018
Alguno hasta intentó un chiste malo.
De què rius, Rius? Només un ruc riu sense saber de què riu, Rius.
— xavi (@xandreudo) 26 de novembre de 2018
Todos los que insultaban, por supuesto, con el lazo amarillo, el cartel de presos políticos o incluso la bandera del Donec perficiam (“Hasta conseguirlo”).
Y que conste que no los he incluido todos. Necesitaría casi la extensión de una tesis doctoral.
Las peores son las feministas, animalistas, soberanistas, pro Kurdistán, pro Palestina y pro República. Había una que hasta parecía que se había puesto la estrella de la bandera de Corea del Norte en la estelada.
En las críticas hay algo más que opiniones o insultos. Como otros periodistas críticos o escépticos con el proceso nos ven como una piedra en el zapato. Aglunos estamos empeñados en decir la verdad.
Se trata en este caso de aquella táctica tradicional de matar al mensajero o simplemente dejarnos verdes. Cuanto más mejor.
A medida que se ve que el proceso no llega a ningún puerto aumenta la mala leche.
Por supuesto la consejera Alba Vergés está en su perfecto derecho de acogerse al permiso de maternidad. Faltaría más. Eso nadie lo discute. Al contrario.
Uno de los problemás más graves a medio plazo es la baja natalidad. Sobre todo el de la población autóctona con respecto a la población inmigrante. Pero esto ya es rizar el rizo y no querría hoy meterme en otro berenjenal.
A alguno de los ilustres insultadores les recordé que Soraya Sáenz de Santamaría -que reunía todos los demonios del universo indepe: facha, española y del PP- a los diez días ya estaba en su puesto de trabajo.
En el otro lado del espectro ideológico, la entonces ministra de Defensa, Carme Chacón, en el 2008. Que en paz descanse.
Con una diferencia, Soraya y Chacón quedaron embarazadas durante el ejercicio de su cargo.
Alba Vergés tomó posesión del cargo -junto al resto de consejeros- el 2 de junio. Dio a luz el 4 de octubre. Es lógico pensar que cuando fue nombrada ya sabía que estaba embarazada.
La duda es si Esquerra tenía que poner de consejera de Salud a una mujer en un avanzado estado de gestación. Apareció fotografiada en La Vanguardia en julio y lucía un bombo considerable.
Salut es una de las consejerías calientes junto a Interior y Educación. No es Cultura ni Asuntos Exteriores.
Ella tambén podía haber renunciado al ofrecimiento y continuar en el Parlament. El cargo de diputada -sobre todo si eres de la mayoría de gobierno- es mucho menos estresante que el de consejera.
Su compañera de grupo Najat Driouech Ben Moussa, por ejemplo, ha dado a luz hace unos meses. Y ya vuelve a estar al pide del cañón.
Con franqueza: ninguna multinacional ficharía para un puesto directivo a una mujer que estará poco después cuatro meses de baja.
En el sector privado el sueldo está ligado al rendimiento en el trabajo o en la consecución de objetivos. En el público, no.
Y recordar que Leticia Dorea, la espadachina del feminismo, acaba de facturar a una conocida actriz catalana por estar embarazada.
El nombramiento de Alba Vergés demuestra también que, tras el proceso, la dirección de Esquerra quedó desarbolada. ¿No tenían a nadie mejor para el cargo?
Al fin y al cabo, la experiencia en la materia se limitaba a haber sido jefe de administración del Consorcio Sanitario de Igualada (2008-2012).
No sé si por méritos profesionales o políticos porque es un organismo semi-privado. Está participado por el Servei Català de la Salut, una fundación y el hospital comarcal de Igualda. El actual alcalde, Marc Castells, del PDECAT, y la consejera de Empresa, Àngels Chacón forman parte del organismo.
Y a haber sido presidenta de la comisión de sanidad del Parlament en la anterior legislatura. Es la persona que regula los debates.
Pero la pregunta es: si en pleno conflicto laboral con los médicos la consejería puede funcionar sin el máximo responsable ¿para qué necesitamos un consejero o consejera?
Mientras escribía este artículo, a la hora del desayuno, en la cocina de casa, Helena García Melero anunciaba que el Cat Salut respon.
No estoy tan seguro.
Por cierto, Melero anuncia desde el Síndic de Greuges la lucha contra las toallitas. No sé si desde la paella de Cadaqués. TV3 parece, a veces, un coto privado.
En fin pueden continuar insultándome. Les estoy muy agradecido. Sólo les pido que dejen de lado a mi madre.