Hay que decir las cosas por su nombre: La manifestación del domingo pinchó.
Eran más de los 2.800 que dijo la Guardia Urbana de Barcelona -Colau debió ver facherío por todos lados- pero ni mucho menos los 120.000 que dijo la organización aunque, en estos casos, todos -absolutamente todos- inflan las cifras.
Yo calculo unos 5.000 a ojo de buen cubero. Diez mil siendo generosos. Como los medios, que siempre redondeamos hacia arriba.
Lo cual demuestra que ni PP ni Ciudadanos tienen capacidad de movilización en Catalunya.
A pesar de que enviaron a Cuca Gamarra, la número dos, y a Inés Arrimadas.
Los más movilizados -e incluso los más motivados- fueron los de Vox.
Santiago Abascal se dio un baño de masas. Hasta diría que fue la estrella del día.
Soy testigo -a distancia porque ni siquiera pude acercarme- de los apretujones y los selfies.
Pero no deja de ser un éxito de la sociedad civil -la otra sociedad civil- porque aquí presumían que sólo había la ANC y Òmnium.
Entidades incluso pequeñas como Escuela de Todos o Impulso Ciudadano.
Está por ver si esto es un turning point. Ya sé que parece difícil un vuelco electoral, la alternancia política porque siempre ganan los mismos a pesar de que lo hagan mal e incluso rematadamente mal.
Es el sistema mediático catalán -TV3 y medios privados-, la Ley Electoral, la triste oposición del PSC.
Vivimos en una burbuja impermeable.
Pero por todo se empieza.
No quiero poner ejemplos de otros períodos de la historia -hasta funestos- en que empezaron siendo un puñado y acabaron gobernando.
Yo lo he dicho siempre: Catalunya no se divide ya entre indepes y no indepes sino entre indepes y cuerdos.
Sean del color que sean.
En cualquier país del mundo no se creerían que no se enseñe la lengua oficial en la escuela pública.
Es que ni el 25%.
Aunque yo ya vi pancartas que ya pedían el 50%.
Gracias, además, al gobierno del Estado en el que el partido gobernante gobierna con dos socios que están en contra el Estado.
Pero eso ya se lo dejo para los votantes del PSOE.
Ahora o en las próximas elecciones generales.
Pobre PSC, si Sánchez cae se va a ver arrastrado al abismo.