En un ataque de lucidez, Grabriel Rufián fue un día a un programa de TV3 y dijo que había un “independentismo mágico”.
Fue, probablemente, lo más acertado que ha dicho el diputado de ERC en Madrid en toda su trayectoria política.
Lástima de las "155 monedas de plata".
Pero es cierto: Han construido una burbuja mediática.
La prueba es el informe de un grupo de trabajo de la ONU sobre la supuesta “detención arbitraria” de Cuixart, Sánchez y Junqueras.
Fue filtrada a la prensa el pasado miércoles 29 de mayo.
Creo que el primero en dar la noticia fue Nació Digital, próximo al proceso.
Inmediatamente se hicieron eco todos los medios. Era, sin duda, un tema importante.
Pero casualmente fue al día siguiente de la sentencia del Tribunal de Estrasburgo que avalaba la suspensión del pleno del Parlament del 3 de octubre del 2017.
Consideraba que la decisión del TC había sido "necesaria” y estaba justificada en “el mantenimiento de la seguridad pública, la defensa del orden y la protección de los derehos y libertades”.
En resumen: las bases del Estado de Derecho.
Además era una sentencia judicial, no un dictamen. Y adoptada por todos los jueces por unanimidad.
Era un duro revés para el independentismo, que tenía muchas esperanzas depositadas en Europa.
La prueba es Gonzalo Boye y Andre Van den Eynde hasta se pelearon en twitter.
Da igual: aquel mismo día había pleno del Parlament.
Aprovecharon a fondo la noticia de la ONU para tapar el tema.
Torra le dijo a Iceta durante la sesión de control que “esta tarde tendrá una resolución de la ONU, espero que la cumplan”.
El portavoz de Esquerra, Sergi Sabrià, también afirmó que “hoy la ONU pide la excarcelación e indemnizaciones para los presos”.
"¿La ONU?”, pensé.
Cuando hablan de las Naciones Unidas te imaginas una resolución aprobada por el Consejo de Seguridad o la Asamblea General.
No era el caso, era un "grupo de trabajo".
Me he tomado la molestia -son 17 páginas de lenguaje burocrático- de leer entera la "comunicación".
Empieza diciendo que Òmnium “busca proteger la cultura y el lenguaje de Cataluña”.
Bueno, y la independencia. Supongo que a estas alturas ya nadie lo niega. Ni siquiera ellos.
Luego expone los hechos de octubre del 2017 como la manifestación ante el Departamento de Economía.
Pero obvia que fue delante de la consejería o los problemas de la comisión judicial para salir.
En fin, hay algunos detalles curiosos que revelan el desconocimiento del marco institucional catalán. Incluso español.
A Puigdemont lo consideran “presidente del Gobierno de Cataluña” cuando en realidad era presidente de la Generalitat.
No es lo mismo. El equivalente a presidente del Gobierno sería conseller en cap.
A Junqueras lo elevan a la categoría de "ministro” y al presidente del Gobierno español lo rebautizan como “primer ministro”. En plan británico.
Detalles nimios pero no para un organismo que depende de las Naciones Unidas. El lenguaje es importante.
En fin, también rebajan el tema a un presunto delito de opinión. Probablemente ni eso.
Porque las manifestaciones “no fueron violentas”.
Y es cierto pero menoscaba los problemas de la citada comisión judicial para salir.
Pero lo mejor es al final cuando piden "al Gobierno de España que adopte las medias necesarias para remediar la situación de lo señores Cuixart, Sánchez y Junqueras sin dilación”.
Deben ser “puestos inmediatamente en libertad” e incluso concederles indemnizaciones.
¿Y la separación de poderes?
¿Cómo puede un organismo dependiente de las Naciones Unidas pasarse por el forro la independencia del Poder Judicial?
Porque quien los ha puesto en la cárcel no es el Gobierno sino los jueces.
Si lo hubiera hecho el Gobierno entonces sí que serían “presos políticos”. Pero no es el caso aunque se empeñen.
Y que conste que, en mi opinión no deberían estar en prisión.
Todavía menos Jordi Cuixart y Jordi Sánchez. Fueron un poco los tontos útiles del procés. Los encargados de apretar en terminología de Quim Torra.
El resto -me refiero a los consejeros o al Estado Mayor- no deberían haber hecho lo que hicieron.
Y los que están en Waterloo tampoco deberían haber salido huyendo.
En todos los recursos el juez siempre ha recordado el riesgo de fuga visto los antecedentes.
Para los que todavía vivimos la Guerra Fría la ONU tenía una imagen de seriedad.
Visto lo visto ha desaparecido por completo. Promulga resoluciones dignas de la CUP o de un campamento de verano.