Los de TV3 han entrevistado a Albert Rivera y han salido trasquilados. Creían que para desarmarle era suficiente con que el jefe de informativos, David Bassa, lo recibiera a la llegada. El mismo que hace apenas unos días denunciaba “campañas de difamación” contra la cadena. Y que la presentadora hiciera un par de preguntas en plan víctima.
Pero les ha salido el tiro por la culata. Le han hecho la próxima campaña electoral al líder de Ciudadanos. Y gratis. La entrevista en directo es el mejor espot electoral en muchos años. Y no 30 segundos. ¡Diez minutos en directo!.
Les ha hecho mucho daño. La prueba es la reacción de la prensa más afín a la cadena. En el Ara abrían la portada este sábado diciendo que endurecía el tono contra TV3 y contra los Mossos. En la editorial destacaban el “tono calmado” de la periodista frente a un Rivera “faltando al respeto”. ¡Hasta lo comparaban con Trump!.
Y, de paso, le acusaban de dividir a la sociedad. El soberanismo anda ya buscando responsables por si un día pasamos de los lazos a las hostias. Nadie mejor que echarle el muerto a Albert Rivera.
En El Punt-Avui optaron, en cambio, por la táctica contraria. Ni una línea en portada. Señal que es un gol en propia puerta. Por supuesto le dedicaban un semáforo rojo y le reprochaban “rozar el ridículo”. Pero la polémica quedaba relegada a la página 14. Hay que minimizar los daños. Yo creo que Lídia Heredia, tras la entrevista a Torra, quería compensar.
Es curioso, en todo caso, como en TV3 sólo se preocupan por los cámaras agredidos en manifestaciones convocadas por Ciudadanos. Hace poco agredieron a un fotógrafo del Ara en una protesta del taxi y no pasó de dos columnas en el propio diario. A nadie se le ocurrió tampoco ir diciendo que los taxistas eran unos fascistas.
Aparte que en las imágenes que difundió la propia cadena se vio que -ante una señora histérica- el cámara tambén se volvió. Tampoco ha ido a los platós contando su experiencia. Y seguro que en el Tot es mou lo hubieran invitado gustosamente. Como aquella vez que invitaron a la de los dedos rotos.
Pero lo que me hizo más gracia de la entrevista fue el tono de indignación de la presentadora
- ¿Nos ha acusado de mentir?
- Ustedes mienten
- ¿Me lo está diciendo a mí?
- Se lo estoy diciendo a todos los catalanes
- Me está diciendo que hacemos propaganda
- Cada día
¿Qué pensaban, qué se iba a amilanar? Yo ya presencié el primer discurso de Rivera en el Parlament allá por el año 2006 -creo que con 24 añitos- y llegué a la conclusión de que tablas no le faltaban. No en vano se había curtido en concursos de oratoria en Esade.
Pero así a bote pronto me vienen a la cabeza algunas manipulaciones de TV3. Como aquella vez que pillé al presentador del TN noche, Toni Cruanyes, diciendo que habían detenido la alcaldesa de Berga por haber colgado una estelada en la fachada del Ayuntamiento.
No era cierto. La detuvieron porque la habían citado en dos ocasiones y se lo pasó por el forro. Ya lo conté en un vídeo en el 2016. O aquella otra, también con Toni Cruanyes, que dijo que los obispos catalanes daban apoyo al referéndum.
También era mentira. Era la típica nota oficial elaborada para contentar a todos. Pero la palabra “referéndum” no salía en ningún lado. La Iglesia católica es especialista en, como se dice dentro del gremio, tocar el violín. Por eso tiene 2.000 años de historia.
O la propia Lidia Heredia aquella vez que, en presencia de Inés Arrimadas, vinculó la ultraderecha con Ciudadanos. Era exactamente el mismo mensaje que emanaba -emana- desde Palau: todos los que están en contra del proceso son fachas.
Durante el Onze de Setembre, los radicales también acaban quemando banderas y a nadie se le ocurre culpar al resto de manifestantes. En algunos casos familias enteras que legítimamente celebran la Diada Nacional de Catalunya
Fíjense que cuando Albert Rivera mencionó a Toni Soler, la presentadora ni replicó. Y eso que ha comparado sucesivamente a Ciudadanos con un “partido de locos”. O ha considerado el Rey y Albiol como auténticos “residuos”, entre otras sutilezas.
Es cierto que en una ocasión criticó a Puigdemont pero creo que las críticas se acabaron en cuanto el Govern destinó 20 millones de euros a TV3 para renovar los contratos de las produtoras. Entre otras la suya. No sé si pensar mal.
Sin olvidar tampoco otra estrella de la cadena, Toni Albà, que recientemente era capaz de tratar al presidente de un grupo de la oposición, Miquel Iceta, (PSC, 600.000 votos) de “burbuja bailarina”. Y al expresidente de otro grupo, Lluís Rabell (CSQP, 366.000 votos), directamente de “hijo de puta”.
No hay constancia de que la presidenta accidental de la CCMA, Núria Llorach, -la renovación del órgano está pendiente porque no quieren perder el control de la tele- ni el director, Vicent Sanchis, le tiraran siquiera de las orejas. Al menos en público.
Lo mejor ha sido precisamente la reacción de los trabajadores que, a través de comité de empresa y el consejo profesional, se han apresurado a cerrar filas. Como el resto de la parroquia. Va incluido en el sueldo: ¡la nómina media es de 62.000 euros! No lo digo yo, lo dijo La Vanguardia. Tienen intereses televisivos -la maltrecha 8TV- pero debe ser cierto.
Ya sé que todas las televisiones públicas manipulan pero los de TVE protestataban y hacían comunicados. Al menos cuando gobernaba el PP. Espero que ahora que gobierna el PSOE lo sigan haciendo si tienen motivos para ello.
Los de TV3, en cambio, callan. Peor: no han parado de echar leña al fuego. Han sido unos irresponsables. ¡Llegado el momento hasta colgaron pancartas! ¡Cómo van a informar con neutralidad de la política catalana!
Por eso no es de extrañar que, cuando Torra da su conferencia en el TNC entre el público estuviése incluso Xavier Graset, el del “gran reserva del independentismo”. ¡Y eso que presenta un programa informativo en la cadena pública!.
Mientras Rahola impartía cátedra antes y después de la intervención desde el programa de tarde que presenta Helana García Melero. Aquella que compartía paellas con Puigdemont en Cadaqués.
¿Cómo una persona tan significada como Pilar Rahola puede hacer de comentarista? Seguramente por si se dejaba algo el presidente. ¡Rahola tiene dos colaboraciones en TV3! Sale de lunes a jueves y luego el sábado por la noche.
En fin, cuando alguien escriba en el futuro la historia del proceso la entrevista de Rivera tendrá un papel relevante. En primer lugar porque el líder de Ciudadanos demostró que no tiene miedo escénico. ¡Criticó a la cadena en vivo y en directo! Es como ganar en terreno contrario.
En segundo lugar, porque rompió el marco mental del citado proceso. Aquel según el cual todos los buenos catalanes tienen que ser indepes, ver TV3, escuchar Catalunya Ràdio -o Rac1, no hay diferencia- comprar el Ara o El Punt-Avui, ser del Barça, emocionarse con los castells y comer calçots.
El proceso se ha cargado muchas costas: los Mossos, la Adminstración -con los funcionarios recibiendo a los consejeros con aplausos: ¿dónde está la neutralidad institucional- pero también TV3.
Son líderes porque hay dos millones de independentistas que la ven pero se ha roto el vínculo sentimental -aquel que nació con el "Sue Ellen, ets un pendó" allá por los 80- con el resto de la sociedad catalana.
Por eso, los propios trabajadores de TV3 se han hecho el hara-kiri. Cuando quieran reaccionar ya será tarde. Entonces que no nos vengan con el cuento de la libertad de expresión o de información. No cuela.