El Parlamento catalán ha aprobado en su último pleno una moción contra el espionaje.
En realidad han sido dos: una de Esquerra y otra de Junts.
Imaginen lo bien que se llevan estos dos.
En realidad no se ponen de acuerdo ni con esto ni con la reforma de la Ley de Política Lingüística para intentar salvar la inmersión con la ayuda del PSC.
Pero la peor es la moción de Junts.
Uno de los puntos aprobados establece “congelar todas las relaciones institucionales con el Gobierno español”.
Como si fueran Corea del Norte.
Nada peor en política que hacer el perdonavidas.
Pujol ya dijo con el debate del Estatut que no "nos hemos gustado".
Pese al tiempo transcurrido no han aprendido nada.
¿Qué harán ahora si en una reunión se discute la financiación, los Juegos de Invierno o las becas universitarias?
¿Qué hará la consejera del ramo? En ese caso Gemma Geis.
¿Enviará la segunda del departamento para disimular o no irá a nadie?
Torra anunció en junio del 2018 que rompían con la monarquía.
Y el Parlament aprobó en agosto del 2020 que Catalunya se declaraba "republicana". El TC lo invalidó posteriormente.
Cuando el Rey fue visitar la Seat en mayo del año pasado para conmemorar el 70 aniversario de la empresa no acudió ningún representante del Govern.
Sólo el mayor Trapero, que hizo lo que tenía que hacer. Juraría que la foto le costó el cargo.
Los casi 15.000 trabajadores les interesan un comino.
Sin olvidar los de las empresas auxiliares.
Después, para arreglar el desplante, acudió otro día el conseller de Empresa, Roger Torrent.
Y los diputados de Esquerra han elogiado en más de una ocasión a la Seat en el Parlament.
Pero el daño ya está hecho. La fábrica de baterías se ha ido a Sagunto (Castellón).
Empleará a 3.000 trabajadores. Más o menos los que mismos sobran en la Seat con el coche eléctrico.
Por eso no hay nada peor en política, además de hacer el ridículo, que hacerse el perdonavidas
Que Seat no acabe como Nissan.