Hemos empezado a mitificar Pedro Sánchez. Jordi Évole y Salvados los primeros. Ahora será el bueno, el dialogante, casi el hombre de Estado. El que podía tender puentes con los podemitas o incluso con los soberanistas. De hecho, Quico Homs estuvo a punto de darle los ochos votos del PDECAT a cambio de nada. A ver si sonaba la flauta.
Pero si tenía algo que decir porque no lo dijo en su comparecencia del sábado o ante los órganos de su partido en vez de hacerl o en un programa de televisión y una entrevista a medida. Al fin y al cabo no admitió preguntas en su despedida. Como los futbolistas o los toreros, que leen un papel. En este país nos van los derrotados, los perdedores, las lagrimitas. El síndrome de Don Quijote contra los molinos.
A mi me hace gracia que denuncia los poderes financieros y a El País. Y eso que no acostumbro a hacer caso a los editoriales del periódico de Prisa. Pero, claro, no te jode. Si mientras él estaba reunido con el Rey, Pablo Iglesias iba pidiendo una vicepresidencia.
No nos engañemos: Pedro Sánchez iba dando bandazos. Ahora una consulta los militantes. Ahora un pacto con Ciudadanos. Ahora me presentó a una investidura sin tener los votos asegurados. Para ser doctor en economía no inspiraba la suficiente confianza. Como está la Universiad dios mío. ¿Qué hace con los títulos, los regalan?.
El problema del PSOE era Pedro Sánchez. La verdad es que a mí me extraña que un partido que fue una seria alternativa de gobieno en los 80 e incluso los 90 -aquella mayoría absoluta de González en el 82- haya generado desde entonces liderazgos tan efímeros o tan endebles. La última oportunidad fue Josep Borell. La cosa ha empeorado desde entonces. Y que conste que yo no lo hubiera votado nunca.
Creo que Pedro Sánchez es hijo político de Zapatero y de José Blanco aunque luego no se los agradeció. Vaya vista. Así les va. Por eso el nivel en el PSOE cae de generación en generación. Nunca un líder político (sic en el primer caso) pondrá alguien que pueda hacerle sombra.
Miquel Iceta decía el otro día en una entrevista en Jot Down -espero comisión del 3% porque es la segunda vez que los cito- que los “referéndums los carga el diablo”. Pues mira que las primarias. Las únicas que conozco en la ambos contendientes han salido indemnes son precisamente las de Iceta y Nuria Parlón. En el resto todos se lanzan a la yugular.
En fin, a este paso Pedro Sánchez acabará en Podemos. De momento ya ha querido hacerse perdonar y ha dicho que lamenta haberles dicho “populistas”. Suena a vendetta interna. ¿Pablo Iglesias no fue el que dijo que “Felipe González tiene el pasado manchado de cal viva”?
Tampoco sería extraño. Al fin y al cabo ya han acogido a Alberto Garzón y a Tania Sánchez. Ésta paso del "No. Punto. No vamos a entrar en Podemos. Punto. Lo puedo volver a repetir" a terminar de diputada unos pasos después tras la creación de un minipartido, que es el paso intermedio en estos casos.
Durante la transición hubo muchos del PCE que acabaron en el PSOE. Desde Enrique Curiel a Jordi Solé Tura. Incluso Antonio Gutiérrez, el de Comisiones, acabó de diputado en la Carrera de San Jerónimo. Quizá ahora vemos el proceso inverso. Bueno hay el caso de Ferran Mascarell que empezó en Bandera Roja y acabó en Junts pel Sí.
A mí lo que me sorprendió no es que dimitiése -que me pareció un acto de coherencia- sino que sólo 16 diputados del PSOE se atrevieran a abstenerse en la investidura, siete de los cuáles eran del PSC y dos independendientes a los que ni siquiera pueden sancionar. Con franqueza, los únicos que me sonaban -además de los socialistas catalanes- fueron Odón Elorza y Margarita Robles. ¿Dónde estaban sus fieles?.
Lo que yo no entiendo es porque no se abstuvieron antes. Como mínimo tras la segunda victoria de Rajoy. Cuando repites elecciones y el primer partido te saca 52 diputados debes sacar alguna conclusión antes que los acontecimientos se te lleven por delante como ha ocurrido. Ya lo dijo el presidente de la Junta de Extremadura, Guillermo Fernández Vara, que el PP había ganado las elecciones. Sin olvidar el resultado en las elecciones vascas y gallegas.
El empecianimento de Pedro Sánchez por el no es no sólo se entiende como imagen de marca y para salvar su propia carrera. El PSOE, Rajoy y el país se habrían ahorrado mucho tiempo y dinero de haber aceptado el resultado electoral. Quizá Pedro Sánchez incluso todavía sería secretario general del Partido Socialista.
Al fin y al cabo Miquel Iceta lo decía en una entrevista en El País el pasado 17 de octubre: “El PSOE no podrá votar los Presupuestos y habrá elecciones en un año o dos”. ¿Entonces porque tanto empecinamiento?. Incluso la voluntad del PSC de mantener el no es sólo una intento marcar distancias con el PSOE en Catalunya porque en todo el resto están de acuerdo
Te abstienes -tampoco tiene porque ser todo el grupo- y negocias cada ley y los Presupuestos a precio de oro. Vamos a ser francos: El PSOE se abstuvo el sábado porque no tenía más remedio. Ahora, con una cicatriz abierta, una gestora por dirección y sin candidato no tenía más remedio. ¿Se imaginan unas terceras elecciones en este estado? Si Rajoy no llega a la mayoría absoluta la roza.
Yo no sé si el futuro del PSOE es Eduardo Madina. A mí un tío que pierde una pierna en un atenado de ETA y sigue en política me merece mucho respeto. Y cuando casi lo mandaron al ostracismo tras perder las primarias se portó como un señor. Pero quién debe decidir es el PSOE. En todo caso, hagan algo y háganlo rápido. Los países, para funcionar, necesitan partidos sólidos y honestos a derecha e izquierda.