Yo no creo en las encuestas
En general sirven más para orientar la opinión que para detectarla.
Además, nunca contravienen la línea informativa o editorial del diario que la publica. Por algo será.
Pero la última encuesta de La Vanguardia, publicada este domingo, es desoladora.
Confirma lo que temía: Catalunya no tiene arreglo.
Los independentistas rozan la mayoría absoluta con 68 escaños a pesar de que Junts perdería siete.
Independientemente de lo mal que lo hagan.
Hay que recordar que Torra llegó a mandar cartas a Trump y al Papa pidiendo una “intermediación internacional”.
Que Eduard Pujol aseguró en un programa de televisión que lo perseguía un tío en patinete.
Que Meritxell Budó y Joan Canadell se apuntaron al Espanya, ens mata.
O que incluso el tàndem Romeva-Tremosa llegó a llevar el pisotón de Pepe, un defensa central del Madrid, a Messi durante un partido de la Copa del Rey al Parlamento Europeo cuando eran eurodiputados.
Ahí debió ser la primera vez que, en Bruselas, debieron pensar que fallaba algo en la azotea de los catalanes.
Entre otras muchas ocurrencia. De palabra o de hecho. Porque el número de frikis del proceso ha superado todas las expectativas.
¿Pero la alternativa cuál es?
Pues un tercer tripartito entre PSC, ERC y Comunes, que es por lo que suspira Illa.
Francamente, tampoco es para tirar cohetes.
Casi salir del fuego para caer en las brasas.
En los países normales, cuando unos lo hacen mal gobiernan los otros.
Por este procedimiento se suceden conservadores y laboristas. O demócratacristianos y soacialdemócratas. A veces incluso con gobiernos de coalición.
Aquí, no: aquí siempre mandan los mismos.
El proceso ha dejado huérfanos a multitud de electores.
¿Los que todavía creemos en la propiedad privada, la iniciativa individual, la cultura del esfuerzo a quién votamos?
¿Nos merecemos que Catalunya esté a la cabeza de las okupaciones?
¿Que se cuele todo el mundo en el transport público?
¿Que se hagan leyes progres sólo para que te las tumbe el TC y poder alimentar el victimismo?
¿O que dejen el tema de la inmigración sólo en manos de Vox? Ya ven lo que ha pasado en Manlleu.
No hay, en efecto, oposición.
El PSC, desde luego, no lo es.
La culpa es del mapa mediático catalán con TV3 al frente.
Y de la Ley Electoral. Aunque en el resto del Estado también se priman unos territorios más que otros.
Pero la culpa es sobre todo nuestra: de los catalanes.