TV3 ha aumentado más si cabe su seguidismo del Govern con la crisis del coronavirus.
Cosa que parecía ciertamente difícil puesto que, con el proceso, el listón había quedado muy alto. Altísimo.
Es cierto que todos hemos de arrimar el hombro -incluidos los periodistas- pero los medios de comunicación nunca deberíamos dejar de lado la veracidad y el espirítu crítico.
Incluso en los malos momentos. Al fin y al cabo si no lo hacemos nosotros quién lo hará.
Ayer, por ejemplo, los titulares del TN noche eran sobre los trabajadores esenciales, el presidente Torra que pedía una renta universal, las críticas de Fomento al cierre total, la baja relativa de nuevos contagios, los niños encerrados en casa y el confinamiento de Moscú.
Eche en falta dos cosas.
Por una parte la carta de alcaldes que denunciaban que habían intentado poner en marcha hospitales de campaña en sus respectivos municipios y la Generalitat les había contestado que no tenían competencias.
No voy a sumarme a los reproches porque tampoco es fácil crear un hospital de campaña o medicalizar un hotel: se necesita personal y equipo médico. Sanidad debe andar saturada de peticiones.
Pero no sé si pensar mal porque la carta era una iniciativa de alcaldes del PSC.
La otra posibilidad es que, como fue publicada a las 20.03 en un medio de comunicación, no entrase en el TN.
Pero una televisión pública debe demostrar también agilidad. Sobre todo en estos tiempos.
Algunos alcaldes -como el de San Andreu de la Barca, Enric Llorca, también socialista- no han dudado en echar mano de lo que tenía más a mano: la Guardia Civil, que tiene un importante acuartelamiento en la localidad.
Seguramente movido también por su olfato político -es alcalde desde 1995- y profesional: antes de dedicarse a la política local fue médico de famila. Incluso entre 1990 y 1993 ejerció como director médico del ahora trágicamente famoso Hospital de Igualada.
Porque hay un hecho que llama la atención a simple vista: alcaldes de uno y otro color han empezado a tormar la iniciativa ante la inoperancia, el colapso o la saturación del Departamento de Salud.
Tampoco es la hora de criticar a la consejería, suficiente trabajo tienen. Pero actitudes como las de la consejera Alba Vergés -que no responde o lo hace con evasivas en las ruedas de prensa- tampoco ayudan a inspirar confianza.
Luego hubo otro comunciado -éste más tardío: hacia las 20.44- del Departamento de Trabajo y Asuntos Sociales sobre las residencias que sí fue recogido por TV3.
El dato es sobrecogedor: hay 487 abuelos infectados y un total de 119 establecimientos con coronavirus.
Pero el comunicado correspondiente ni siquiera se daba la cifra de de víctimas. O no lo saben o la ocultan.
Y en este tipo se equipamientos la tasa de mortalidad es muy alta. Ya lo hemos visto hasta ahora en Capellades u Olesa de Montserrat.
Aunque en la cadena pública no atinaron a preguntarlo o a preguntárselo. Son una simple correa de transmisión de notas oficiales.
De hecho, priman los reportajes sobre lo solidarios que somos los cartalanes.
Cómo atemperar a los niños en época de encierro.
O la labor de nuestros cuerpos de seguridad.
Hasta se subieron a un helicóptero de los agentes rurales para confirmar que, en efecto, no había ido nadie a los parques naturales.
En cambio, me da la sensación de que el canal 24 horas de TVE se muesta más ágil e incluso más crítico con su propio gobierno que el 324 con el suyo.
Cosa ciertamente nada difícil porque por la mañana nos han colado a Ricard Ustrell y por la tarde a Helena García Melero, que no paran de disparar contra el Gobierno español
Bendita actitud si disparasen también con la misma profesionalidad contra el Gobierno catalán.
En resumen: ¿No queríamos caldo? Pues dos tazas.
En TVE tampoco han ahorrado críticas, por su parte, a los tests defectuosos pero creo que en la nuestra ha pasado en cambio de puntillas sobre la compra a Basic Devices por 35 millones de euros.
Quizá la única excepción ha sido el 30 minuts del domingo donde se deslizó alguna autocrítica, a la falta de reflejos de la Generalitat -como la del doctor Trilla- pero supongo que más por voluntad ajena que propia.
Y ya sabemos que es difícil, por razones obvias, pero todavía no hemos visto la situación de ningún hospital por dentro. Ni siquiera el de Igualada.
En el 24 horas, en cambio, hasta han explicado el impacto en núcleos rurales. Este lunes han contado el caso de un pueblo de Teruel de sólo 18 habitantes -todos de edad avanzada- en el que ya hay un afectado por coronavirus y varios sospechosos.
En TV3 ni eso. Se trata de transmitir la imagen de un país unido. Como con el proceso. En resumen: los catalanes somos supersolidarios.
Más valdría contar la verdad, sin alarmismos pero la verdad: estamos jodidos.
Y es cierto que el Gobieno español ha pecado de falta de previsión. Pero el gobierno catalán, también. A todos pilló desprevenidos.
Tiempo habrá de pedir responsabilidades por su actitud. También a TV3.