Para ser feliz en Catalunya hay que hacer una cosa: no ver TV3.
O verla lo menos posible.
Que es lo que hago yo.
Ya sólo veo los informativos y por razones estricatamente profesionales.
Al fin y al cabo es una tele encaminada a mantener viva la flama del proceso.
O incluso ejercer de conciencia crítica en el caso de que haya alguno que se desvie. Som un sol poble.
Incluso ahora, cuando ya va de capa caída.
El otro día veía el anuncio que han hecho para celebrar que son líderes y la mayoría de los que salían son adictos al régimen: Toni Cruanyes, Helena García Melero, Toni Soler, Ricard Ustrell.
¿Cómo no van a ser líderes si la ven todos los indepes? Y aún así sólo la hacen entre un 12% y un 14% de catalanes.
Eso sí, la pagamos todos. Y a precio de oro.
El año que viene 243,5 millones de euros. Y Maragall, en pleno tripartito, ya enguajó un déficit de 1.500 millones.
TV3 es la tele privada del proceso pero con fondos públicos.
Excepto el programa de restaurantes (Joc de Cartes) y el concurso todo el resto va del proceso.
En éste último el otro día una niña dijo si podía decir “trigo” en vez de “blat” y le dijeron que no.
Hace años decidieron poner en marxa un Telenotícies matí. Supongo que con la excusa de “mejorar la oferta informativa”.
Pero en realidad era para hablar del procés.
¿El Planta Baixa de qué habla? Del procés.
Basta recordar que Ricard Ustrell un día casi se come a Puigdemont.
Ricard Ustrell, entrevistando a Puigdemont cuando estaba en Catalunya Ràdio
Y el Tot es mou?
Y los Telenotícies?
¿Y el Xavier Graset? Otra carrera meteórica. Es de los nuestros.
Lo han politizado todo
¡Hasta el humor!
También espacios que antes eran referencia informativa.
En el 30 Minuts pusieron a Carlos Solà. Yo le ví personalmente hacer un acto con Carme Forcadell a favor del 1-O.
Todavía recuerdo el publirreportaje que hicieron sobre el Tsunami a pesar de que era una entidad anónima y había cortado autopistas y bloqueado fronteras.
O el Sense ficció. El otro día hicieron un reportaje de los jóvenes de Altsasu.
No les interesa España exepto cuando hay algún marrón.
Espero con impaciencia ahora otro programna sobre las presuntas comisiones ilegales pagadas por los Bomberos, que dependen de la consejería de Interior, durante doce años.
Ah, no, que els Bombers seran sempre nostres.
Los bomberos, subidos al Museo de Historia de Catalunya antes del 1-O
Con el agravante, además, de que cuando hay alguna declaración de un dirigente del proceso te la repiten hasta la saciedad.
Aunque ya no sea nadie como Puigdemont.
Te la ponen en los Telenotícies. Y en el 324 cada media hora.
También, si se tercia, en Rac1 porque en el fondo todo es el mismo sistema mediático.
No hay manera de escapar.
Los catalanes vivimos dentro de una burbuja.
Albert Soler, en la presentación de uno de sus libros, dijo que Catalunya era un autobús del que no te podías bajar.
Es una definición exacta. Podría haberla dicho Josep Pla.